miércoles, 28 de agosto de 2013

agridulce...






Me encantan los veranos y sus cambios. La vestimenta, más ligera. Las rutinas, se diluyen.  Las comidas, a destiempo y con desorden. El ambiente, de fiesta, alegre. Mi cara, sonriente. Mi piel, tostada.
Los veranos pasan y pasan, evolucionan, caminan, andan. Nos regalan vida y poquito a poco nos va quitando horas al día.  Cogen vida propia, adquieren personalidad; pisan fuerte.
Me gustan los veranos con un buen sabor de boca, bien dulce en sus inicios, sin tornarse plenamente ácidos. Me gusta el agridulce, sabes que en cualquier momento puede volver a sus inicios...