Anoche te adentraste en mis sueños,
te adentraste mucho,
tanto que desperté creyendo que era real.
No fue así, mis labios no guardaban tu sabor, tu tacto, tu olor.
Mi cuerpo, mi espalda no presentaban rastro alguno de tus brazos, de tus dedos.
Fuimos furtivos por una noche, esperemos más noches…