- Los disfraces femeninos siempre van acompañados de "porno" o "puti/putilla", de nada importa el orden del adjetivo, delante o detrás, lo importante es que quede bien claro. Ejemplos de ello: pornochacha, pornojardinera, ada putilla, putienfermera... o lo que es lo mismo, las faldas se recortan hasta límites insospechados, los escotes se pronuncian más allá de lo imaginado y se busca el lado sexy en TODO!!!!
- Los tíos, se disfrazan de Tía. A ellos les encanta y a nosotras... más aún! verlos de esa guisa no tiene precio. Verlos descamisados, con pelo en pecho, con tetas de dimensiones.... ufff exhorbitantes, lo dicho no tiene precio. Según ellos se liga mucho a nosotras, nos pone (es irremediable!!).
- En estas fiestas el "levantamiento de vidrio sobre barra fija" deporte olímpico bautizado por mi querida Ro, pasa a convertirse en levantamiento de plástico en botellón itinerante.
- La purpurina... se adueña de nosotros, es como una droga. Pisar la calle sin ese brillo no se concibe. Yo parezco un gusiluz, y estas particulillas tan monas acaban por delatarte tres días después.
- Resaca. Inpensable levantarse sin ella al día siguiente, pero mejor que sea física porque la psicológica es mu mala!!, hasta que no llegue la próxima edición ahí estarán tus colegas recordándote determinadas cosillas, aunque en el fondo... hace gracia.
El sábado, dí fé de ello. El garbeillo que me dí sonbre mi Nimbus 2000 lo constató. También sobrevolé por otros lares, pero eso para otro momento. Que bien que lo pasé!
Por todo eso que has dicho, y por mucho más, no soporto los carnavales...
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