
Yo, hice lo que pude. Désplegue todas mis fuerzas y aguante, aguante, aguante como una campeona. Finalmente todos terminaron por pasar... aguante como otras tantas veces, pero me atrevería a decir que esta fue la menos costosa.

Durante el descenso, fueimos encontrado todo esto, quizás los restos de lo que un día fue, un claro ejemplo de supervivencia, de lucha por encontrar, por llegar a su lugar a su hogar, en este caso el mar, diluirse en sus aguas, ser sólo uno...

Pero el camino hacia la meta no siempre es tan empedrado y dificultoso. Daba muestras de las bondades que en el se encuentran, del deber de disfrutar de esos pasos que forman parte del fin, y que contribuyen a ese todo, al sólo uno...

Y aquí empieza todo. El punto de inicio, Masca, con un final azul cristalino, callaos y una travesía en barco para la vuelta. A su paso dejamos tres horas de nuestras vidas, a cambio de un enorme regalo para nuestras retinas. Ellas encontraron su destino, se diluieron en ese azul cristalino...