Ahí estaba, frente a su puerta, con una mano alzada y en la otra una botella de buen vino ese que tánto le gustaba. Notó como el nudo del estómago cada vez se apretaba más y más, como el corazón aumentaba sus latidos por segundos pensando incluso que en cualquier momento se le saldría del pecho y sintiendo como cada músculo se contraía y se expandía generando así pequeños espasmaos. Titubeó, pero terminó por armarse del valor suficiente y llamar su puerta. No sabía nada, era una muy grata sorpresa y poco a poco se bebieron la noche, se bebieron...
ais yo ayer me bebí de todo menos de lo que tenia que beber. De vez en cuando hay que beberse las ganas y las vegüenzas, dejarse llevar y no mirar si la copa está medio vacia o medio llena, tirarse a la piscina y resaltar en tus ojos el brillo de probar esa bebida
ResponderEliminarbonito post!
ResponderEliminarcon final bonito...
besos!!
me ha gustado mucho lo que has puesto,pintamonadas!De vez en cuando hay que beberse las ganas y eso es lo que haré yo estas fiestas,jejeje.una copa a tu salud.
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