Bueno... preparar una maleta para el sexo femenino siempre resulta una uténtica odisea, y eso a pesar de pirar tan sólo cuatro días. Una jura y perjura llevar lo imprescindible, pero siempre acaba resultando ser una maleta más cargadita que la de aquellas primeras intenciones. La mía ya esta hecha (o casi, sólo queda meter unos trapitos: los arrugones!) y preparada para su destino. Con unas ganas ENORMES de desparecer unos días, y con la algería y emoción de ver a una asturianica, amiga mía. El propósito de mis vacaciones fue "conectar" conectar con esas personas con las que a causa del día a día no logras coincidir, ni dedicas el tiempo que deberías, tomar el pulso a esas relaciones y diagnosticar su estado. Lo he conseguido, y además con el valor añadido de poder disfrutar de alguien a quien hace mucho, mucho no veo. Así que... Rumbo Lanzarote!.
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