fotogramas...

¿ Cómo puede caber tanta belleza en 119 minutos de fotogramas y sonidos? Esa fue la pregunta que hace algunas horas me hize, justo al finalizar La Casa de Las Dagas Voladoras. Hace años vi una película, en este caso con ese mismo sobrenombre y que daba el pego, a cinco minutos del inicio de la auténtica me dí cuenta de que se trataba de otra.
Mi pregunta sigue siendo la misma, ¿ cómo puede haber tanta belleza? Cuando habla de belleza, me refiero a un todo, no sólo a la de los actores (que es indiscutible) sino al conjunto de fotogramas y sonidos que conforman tal obra de arte. No hace falta decir que me quedé fascinada con la película, imágenes, sonidos, pero también por el hilo argumental y por el mapa de los personajes. Que forama de fusionar la danza en los momentos de acción, y conertirlo en un auténtico baile... No continúo, he perdido la objetividad.