Donde solías...

Y llegaste a ese punto. Al que juraste no llegar; sí dejarte llevar pero no llegar. Y cualpas al resto, es por ellos dices, hicieron que le diera vueltas, para ser exacta todas esas que hasta ese momento no habían tenido cabida. Contabas con información privilegiada que manejaste de forma precisa, pero aparecieron las vueltas. Los vuelves a señalar como culpables pero no, tu sola llegaste, nadie te arrastro del brazo. Ilusa. Sí, ilusa. Simpre creando castillos que ni tan siquiera son de arena. Y ahora estas aqui, con tantas letras en la garganta esperando encontrar hubicación y salir al exterior. No sabes cómo y te resulta extraño porque sueles ser una cotorra, aunque en estas cuestiones tu discreción raya el autísmo. Sólo quieres gritar, pero ese sitio en donde solías ya no existe. Te conformas con garabatear y sólo esperas que en momento preciso salgan las palabras exactas.