De acuerdo, quizás no millones, pero sí cientos, incluso miles de ideas se aglutinan en mi cabeza. El día transcurre con pequeños "flashes", que se quedan en eso. Diminutas ideas, asuntos, temas o cómo os apetezca denominar; incapaz de hilar mentalmente más allá de dos, quizás tres líneas.
Los Colores. ¿Absurdo?, no tanto. Disfrutar de un día soleado con un cielo azul intenso donde los haya, rallando lo eléctrico no es extraño en esta época. Poder deleitarte durante la conducción de una magnífica puesta de sol, en la que el Atlántico se tiñe de matices plateados alla en el horizonte. Justo en ese punto en el que el límite con el cielo se desvanece. Conscientes de ese acontecimiento, que por diario no deja de ser extraordinario y de una belleza indescriptible, las nubes apresuradas acuden a su ineludible cita. Es un auténtico baile de disfraces. Poco a poco van adquiriendo nuevos roles, se tiñen de un naranja que nunca antes habías apreciado, se maquillan con tonos pasteles, y un amplio abanico de colores con matices que abarcan todas las épocas y tendencias. Me acuerdo de él.
Sí, me acuerdo de ti. Esos colores me transportan a un lugar en donde estas tú. Donde ESTAMOS. Así, tal cual suena, en donde no hay cabida para ese inexplicable neviosismo que sólo tú provocas. El resto... se lo dejo a mi imaginación. Me queda la banda sonora.
No puedo dejar de tararear " My plan is not to love you...", incesante y recurrente a lo largo del día. ¿Música independiente? quizás. Ando ansiosa por una pequeña muestra de "esa música": Incendio. Ya queda menos, mientras tanto no dejan de llover nuevos sonidos.
Los Colores. ¿Absurdo?, no tanto. Disfrutar de un día soleado con un cielo azul intenso donde los haya, rallando lo eléctrico no es extraño en esta época. Poder deleitarte durante la conducción de una magnífica puesta de sol, en la que el Atlántico se tiñe de matices plateados alla en el horizonte. Justo en ese punto en el que el límite con el cielo se desvanece. Conscientes de ese acontecimiento, que por diario no deja de ser extraordinario y de una belleza indescriptible, las nubes apresuradas acuden a su ineludible cita. Es un auténtico baile de disfraces. Poco a poco van adquiriendo nuevos roles, se tiñen de un naranja que nunca antes habías apreciado, se maquillan con tonos pasteles, y un amplio abanico de colores con matices que abarcan todas las épocas y tendencias. Me acuerdo de él.
Sí, me acuerdo de ti. Esos colores me transportan a un lugar en donde estas tú. Donde ESTAMOS. Así, tal cual suena, en donde no hay cabida para ese inexplicable neviosismo que sólo tú provocas. El resto... se lo dejo a mi imaginación. Me queda la banda sonora.
No puedo dejar de tararear " My plan is not to love you...", incesante y recurrente a lo largo del día. ¿Música independiente? quizás. Ando ansiosa por una pequeña muestra de "esa música": Incendio. Ya queda menos, mientras tanto no dejan de llover nuevos sonidos.
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